miércoles, 6 de marzo de 2013

Los cardenales no se darán prisa en la elección del nuevo Pap





CIUDAD DEL VATICANO (Reuters) -

Cardenales católicos dijeron el martes que querían tiempo para conocerse antes de elegir al próximo Papa y que mientras tanto buscarán más información sobre un informe secreto sobre supuesta corrupción en el Vaticano.

Casi 150 cardenales participaron por segundo día consecutivo en las reuniones preliminares, conocidas como "congregaciones generales", para buscar el perfil para el próximo Papa tras la impactante renuncia del Papa Benedicto XVI el mes pasado.

En virtud de la ley eclesiástica, tienen hasta el 20 de marzo para iniciar un cónclave en el que elegir a un nuevo Papa entre 115 cardenales menores de 80 años, pero podrían decidir comenzar el encuentro clave antes.

Pese a que muchos observadores esperaban que el cónclave comenzara el domingo, ha habido crecientes indicios de que los cardenales podrían necesitar más tiempo para sopesar quién podría ser el mejor para liderar a una Iglesia asolada por la crisis.

"Muchos cardenales están preocupados por si no se pasa mucho tiempo en las congregaciones generales, una vez que pasemos al cónclave éste podría prolongarse", dijo el cardenal de Boston, Sean O'Malley.

"Creo que la preferencia sería tener suficientes discusiones previas, de modo que cuando vayan al cónclave, tengan una buena idea de a quién van a votar en ese momento", agregó O'Malley en rueda de prensa.

Las reuniones preliminares se están realizando en momentos de crisis que incluyen abusos sexuales de sacerdotes a niños y el comportamiento inapropiado entre curas adultos, escándalos que siguen asolando a la Iglesia y rara vez han dejado de ocupar titulares en prensa.

Un elector - el cardenal Keith O'Brien - abandonó el arzobispado de Edimburgo la semana pasada y se abstuvo de asistir al cónclave debido a acusaciones de que se habría comportado en forma inapropiada con sacerdotes y seminaristas en el pasado.

ESCÁNDALOS

Los cardenales usarán las reuniones preliminares diarias, que se iniciaron el lunes, para conocerse y decidir cuándo comenzar el cónclave a puertas cerradas para elegir al hombre que liderará a la Iglesia de 1.200 millones de miembros en uno de los momentos más difíciles de su historia.

"Esta es la decisión más importante que tomaremos varios de nosotros en nuestras vidas y necesitamos darle el tiempo que sea necesario", sostuvo O'Malley.

El cardenal Daniel DiNardo, de Galveston-Houston, dijo: "Se retrase lo que se retrase (...) nadie quiere darse prisa esto y no puede ser apresurado".

Sin embargo, los prelados han dicho que si fuera posible, les gustaría estar en sus casas para el Domingo de Ramos, que será el 24 de marzo, lo que significa que el nuevo Papa tendría que ser elegido e investido en sus funciones en una ceremonia por separado antes de esa fecha.

En las reuniones preliminares, los cardenales discutieron la administración central a menudo disfuncional del Vaticano, conocida como curia, y un informe secreto sobre el llamado escándalo "Vatileaks" del año pasado.

El escándalo de filtración de información llevó al arresto de Paolo Gabriele, el mayordomo del Papa, quien fue procesado por robar documentos personales del Pontífice y filtrarlos a los medios.

Los documentos dan cuenta de la corrupción y luchas internas sobre la administración del banco del Vaticano.

Benedicto XVI, quien más tarde perdonó a Gabriele, decidió que el informe esté disponible sólo a su sucesor, pero los tres cardenales ancianos que lo redactaron asisten a las reuniones preliminares y se espera que informen a sus homólogos.

"Queremos saber y aprender lo que podamos con relación a la gobernanza de la Iglesia", comentó DiNardo.

las intenciones de Benedicto XVI



.....Obediencia de Benedicto XVI, crucial para Iglesia

CIUDAD DEL VATICANO (AP) — Aunque lo dijo al final de su discurso, casi como una ocurrencia tardía, fue muy significativo.

Al prometer "reverencia y obediencia incondicionales" al próximo papa, Benedicto XVI dio un paso decisivo para asegurar que su decisión de romper con 600 años de tradición y retirarse como papa no crease ningún cisma dentro de la Iglesia católica.

Fue también una manifestación muy personal en confirmación de uno de los sostenes de la tradición cristiana que se remonta a la crucifixión de Jesús: la obediencia a una autoridad superior.

En las dos semanas desde que Benedicto XVI anunció su renuncia se han planteado interrogantes acerca de cuánta influencia seguiría ejerciendo sobre el nuevo papa.

Benedicto XVI seguirá viviendo dentro del Vaticano, usará la sotana blanca que utilizaba cuando era pontífice, será llamado "papa emérito" y "Su Santidad" e incluso mantendrá a su asistente personal, que también conservará su cargo en el Palacio Apostólico con el nuevo papa.

El Vaticano insiste en que no habrá ningún problema en tener simultáneamente a un papa en ejercicio y a otro retirado, que Benedicto XVI no tiene planes de interferir en el gobierno de la Iglesia y que, a partir de las 8 de la noche del jueves, dejó de ser papa.

Pero la verdadera preocupación no es tanto sobre las intenciones de Benedicto XVI sino por la manera en que otros podrían valerse de él para socavar la agenda o autoridad del nuevo pontífice.

"Existe el riesgo de que Benedicto XVI esté consciente de que algunas personas podrían en el futuro decir que prefieren ser leales a él en vez de al próximo papa", comentó el reverendo Robert Gahl, experto en teología moral en la Universidad Pontificia Santa Cruz en Roma. "Quiere prevenir toda división en la Iglesia".

Sólo basta echar un vistazo a lo que ocurrió la última vez que un papa renunció para comprender la magnitud de dicho riesgo, al menos en la historia eclesiástica: el papa Gregorio XII renunció en 1415 como parte de un acuerdo para poner fin al Gran Cisma de Occidente, cuando papas rivales se disputaban el trono petrino.

Gregorio y todos los cardenales que lo eligieron papa en 1406 prometieron abdicar si hacía lo mismo el papa rival Benedicto XIII en Avignon, Francia. Aunque la oferta no logró exactamente el resultado buscado, Gregorio renunció y el cisma se zanjó.

La conmoción provocada por ese cisma "ciertamente influyó en la mentalidad colectiva de la Iglesia de Roma" y contribuyó a la tradición de que los pontífices reinaran hasta la muerte, dijo el historiador eclesiástico Giovanni Maria Vian, director del periódico del Vaticano L'Osservatore Romano.

En la actualidad, la Iglesia católica tiene grupos marginales que no comulgan completamente con Roma, como la ultratradicionalista Sociedad de San Pío X, con la que Benedicto XVI tomó medidas extraordinarias durante sus ocho años de papado para que se reconciliara.

Si el próximo papa suprime algunas de las aproximaciones de Benedicto XVI hacia ese grupo, que incluyeron permitir un mayor uso de la misa en latín, algunos de sus miembros podrían tratar de presionar al nuevo pontífice diciéndole; "deseamos estar en plena comunión, pero solamente si Benedicto XVI nos acepta", observó Gahl.

Al prometer obediencia al nuevo papa, Benedicto XVI ha eliminado dicha posibilidad.

El también tomó medidas para garantizar que la elección de su sucesor esté libre de toda posible afirmación de ilegitimidad, en otro intento de impedir que lo sigan considerando papa. Emitió un documento legal que da al Colegio de Cardenales el derecho a adelantar la fecha del cónclave.

Los cardenales podrían haber interpretado que las reglas anteriores les concedían ese derecho, pero Benedicto XVI quiso dejarlo bien claro para evitar toda insinuación de que la elección no fue válida.

En ese mismo documento, Benedicto XVI también se aseguró de que sucesor sea considerado como el único papa legítimo al requerir que los cardenales que lo elijan hagan públicamente su voto de obediencia durante una de sus primeras misas como papa. Según las reglas anteriores, los cardenales sólo lo hacían en privado en la Capina Sixtina inmediatamente después de la elección del pontífice.

"Representan a toda la Iglesia, la iglesia universal", afirmó Gahl sobre los cardenales, y agregó que esa demostración pública de obediencia al nuevo pontífice es un mensaje poderoso a todos los creyentes

VENEZUELA LA PATRIA DE HUGO CHAVEZ



HUGO CHAVEZ DEL 1954 AL 2013


Hugo Chavez nacio  en 1958 y a muerto en 2013, de el se puede decir que amo mucho a su pais y mas a su gente , luchador  como ninguno a dado hasta su ultimo suspiro por su pais, estara por los siglos en la mente de quien creia en el, esperemos que quien lo suceda  tenga las mismas aspiraciones que el tenia por su amada Venezuela     que descanse en paz

HUGO CHAVEZ A MUERTO